
El Linaje de la Escuela Nyingma fue fundado en el Tíbet a mediados del Siglo VII por los tres pilares del budismo tibetano: Guru Padmasambhava, Khenpo Shantarakshita y el Rey Trisong Deutsen. Incluye las nueve sendas que enseñó el Buda Shakyamuni, desde las enseñanzas Theravada a las más profundas y esotéricas enseñanzas del Ati Yoga Yana Tantra, conocido como la Gran Perfección o Dzogchen. Esta tradición se ha mantenido ininterrumpida por más de mil años hasta el día de hoy. Como la primera traducción de textos budistas del sánscrito al tibetano ocurrió durante esa época, a esta escuela se le conoce como la Nyingma o “Escuela de la Antigua Traducción”. La meta del budismo es que todos los seres sean felices. Este es nuestro objetivo, que todos los seres alcancen la verdadera felicidad que es la iluminación. A través de las prácticas intensas y las técnicas de meditación del Linaje Nyingma podemos invocar nuestra naturaleza real, la del buda, y lograr la iluminación, que es descubrir nuestra naturaleza búdica inherente, en esta misma vida. Las técnicas disuelven la ilusión dualista con la que percibimos la realidad, lo que nos permite alcanzar un estado de conciencia donde el ego no sea el punto de partida. La Escuela Nyingma del budismo tibetano se origina con las hazañas del maestro indio Guru Padmasambhava, quien llegó al Tibet en 817 DC invitado por el Rey Trisong Deutsen (742-797) para subyugar las fuerzas negativas que impedían la diseminación del budismo. Guru Rinpoche, como es popularmente conocido, puso a todos los espíritus obstructores bajo un juramento y los transformó en entidades que ayudarían en la propagación del budismo. Guru Rinpoche enseñó en muchas ocasiones las enseñanzas más excelsas del tantra, especialmente a sus veinticinco discípulos más cercanos. Tantra significa la continuidad de la mente desde su estado original hasta la iluminación. Estos primeros adeptos son reconocidos por sus logros espirituales. Otros grandes maestros budistas de la India como Vimalamitra, Buddhaguhya, Shantipa y Dharmakirti, también fueron al Tíbet a impartir enseñanzas. Muchas de las enseñanzas vajrayana fueron escondidas por Guru Rinpoche para que fueran reveladas a las generaciones futuras. Estos tesoros espirituales, conocidos como terma en tibetano, se escondieron en forma de escrituras, imágenes, y objetos rituales, con instrucciones para encontrarlos de manera que éstos pudieran ser revelados. A través de los tiempos, cientos de maestros han ido revelando estos terma y los han enseñado a sus discípulos. A un maestro que revela un terma se le conoce como terton. De esta manera, se constituye también un linaje terma o linaje de los tesoros revelados. A través de estos tesoros Guru Padmasambhava continuamente está actualizando su enseñanza e impartiéndola a todos los seres. La tradición Nyingma divide las enseñanzas budistas en nueve vehículos, divididos en grupos de tres:
1. Los tres vehículos comunes, los cuales incluyen las enseñanzas de los sutras que dio el Buda Shakyamuni.
2. Los tres tantras externos que incluyen:
- Kriya tantra – pone gran énfasis en practicar la purificación del cuerpo, palabra y mente
- Upa tantra – el énfasis va al desarrollo de facultades internas y externas con el fin de lograr una afinidad más profunda con la deidad de meditación
- Yoga tantra – su fin es desarrollar la visión de la verdad absoluta, la cual es vacía e irradia claridad.
3. Finalmente, los tres Tantras internos:
- Mahayoga – desarrolla la visión de que todas las cosas sean aceptadas como la esencia de la mente y del dharmakaya.
- Anuyoga – trabaja con las energías del cuerpo y con la visión de que todas las apariencias son las deidades y sus tierras puras.
- Atiyoga – también conocido como Gran Perfección, es la enseñanza más profunda de esta escuela y expone que toda las apariencias y los fenómenos son ilusiones de la mente confundida. En realidad la mente está libre de todos los conceptos ya que todos los estados de la mente son en realidad el Dharmakaya, o Buda primordial.
Los primeros seis de estos nueve vehículos son comunes para las cuatro escuelas de budismo tibetano. Los últimos tres, los tantras internos, responden a la tradición Nyingma. Las cuatro escuelas del budismo tibetano, la Nyingma, la Kagyu, la Shakya, y la Gelug se desarrollan de la misma raiz y enseñan budismo vajrayana. Estas escuelas no se contradicen, si no que cada una cuenta con su propio linaje de grandes meditadores y eruditos. La devoción y el respeto en el Tíbet a las enseñanzas de Guru Padmasambhava es legendaria. Muchas personas laicas, aún de las otras escuelas recitan la oración de las Siete Líneas de Guru Rinpoche y observan los días 10 y 25 de cada mes lunar como un día de ofrendas a este gran maestro. La literatura tántrica Nyingma y su trasmisión es clasificada en tres grupos: la oral, los tesoros, y las visiones. Estas fuentes nutren al canon budista mahayana, conocido como el Kangyur y el Tangyur. Al día de hoy se mantiene inmaculada la tradición del linaje Nyingma. Nuestros Venerables Khenpos, atesoran las enseñanzas como el mayor regalo que han recibido. Por ello, transmiten lo mismo que recibieron de sus maestros en el Tíbet y la India. Esta transmisión se remonta a su vez a las enseñanzas que recibieron toda la sucesión de maestros a discípulos desde los tiempos del Buda y Guru Padmasambhava. Recibimos las enseñanzas de los Khenpos en un lenguaje moderno y dinámico como nuestro tiempo, pero reconociendo que nos brindan lo más puro de la tradición budista tibetana.